vista desde el hotel Conrad
derviches- el que busca las puertas
mezquita de alabastro
faluca en El cairo
solo niños- no las niñas
Por segunda vez, el ordenador me ha tirado todo lo escrito y una fotografia, esta hoy guason. Que listo el Bill Gate.
Por segunda vez, el ordenador me ha tirado todo lo escrito y una fotografia, esta hoy guason. Que listo el Bill Gate.
Segundo dia en la ciudad, hoy visitaremos el museo egipcio. Mohamme nos pide entrar solo y después nosotros, la idea es que los guias oficiales, no lo detecten como acompañante nuestro, tendría problemas. Me doy cuenta por esto y otras cosas, que los guias en Egipto, tienen un buen monopolio montado. Ali Baba y los 40 ladrones, se quedan chico, al lado de estos personajes.
Nos encontramos dentro, mi amigo cariota y yo, paseamos y nos paramos cuando nos apetece y el resto del grupo, son mas meticulosos en la observancia. A mi me gusta ver lo antiguo y saber algo de su historia, pero sin profundizar. El paseo fue muy placentero y nos paramos en el tesoro de Tutankamon, pero sobre todo en las cajas que contenian el sarcófago. En un par de horas estábamos en la calle, camino de La Ciudadela de Saladino, se pago la entrada preceptiva y llegamos aun lugar, con menos ruido y tranquilo. Estaba todo bastante limpio y eso es de agradecer, por que en El Cairo, hay demasiado descuido higiénico. Entramos en la mezquita llamada de alabastro, impresiona ver su tamaño y tantas lamparas colgadas. Lógicamente, nos descalzamos y las mujeres se cubren la cabeza y los hombros. Desde este lugar hay unas interesantes vistas de la ciudad, lastima que la nube de no se que, te impiden la visión a larga distancia. Después nuestro guia nos había preparado una sorpresa para el almuerzo, tardamos en llegar por que el trafico era caotico, ya estabamos acostumbrado. La comida la realizamos en una faluca, dando un paseo por el Nilo, como no habia viento, una nave a motor, nos remolco, nos inflo de contaminación y nos abandono en medio del rio. Que alivio, cuando aquel motor ruidoso y contaminante se alejo. Mohamme, habia comprado unos bocadillos egipcios, que estaban muy buenos y de postre, pasteles, que rico. La barriguita se me puso un poco pronunciadita, Mayte y yo, dimos buena cuenta de los dulces. El paseo fue muy agradable a la vuelta, aunque el barquero tuvo que remar el hombre, por que no había ni brisa. Tan solo que el Nilo, esta tambien un pelin descuidado, me entienden.
Despues la ruta se dirigia al mercado celebre de Al Jallili. Otra vez, Mohamme, nos dejaria solos y que nosotros deambuláramos por el mercado libremente, el motivo, que si los vendedores nos veían con el, le increparían. Logico, los del mercado, no nos podrian timar si nos acompaña un egipcio. Tambien era la hora de la oración y supusimos que el tendría necesidad de ese tiempo, para sus creencias.
Zacarias y Mayte, tenian ganas de visitar la tan nombrada tienda de Jordi, el que habla castellano y los articulos están etiquetados con sus precios y no hay regateo. Allí que subimos unas estrechas escaleras, con aprovechamiento de las mismas claro, habia tiendas en todo el recorrido, mientras subíamos y llegamos a lo que parecia una casa de vecinos de las de antes, por Andalucia, un patio central, que estaba , medio enlozado, medio en obras y habitaciones a su alrededor, que eran la tienda del Jordi y de otros muchos. La tienda estaba, empeta. No cabia una mosca, un calor y un olor a humanidad desagradable, aquello era estrechísimo. Y lleno de esos articulos que se compran como recuerdo a los familiares y amigos. Como Espe y yo, desde el primer viaje, habíamos acordado, no martirizar nunca a nuestros familiares con este tipo de regalos, no teníamos ningún interés en estar allí, así pues, quedamos con los compis a la hora fijada en la entrada del mercado. Es mejor en estos casos ir por libre, arrastrar a uno, es ya complicado, cuanto mas a tres. Zacarias estaba contento y me alegro por el, por que en este lugar podría comprar a gusto, ya que lo de regatear lo llevaba muy mal. Se compro un cartucho, con la mitad de su nombre, muy chulo. Me hubiese gustado tener uno. En el próximo. Hablando de cartucho, en mi tierra un cartucho es un canutillo de papel en forma conica, donde te despachaban antes el pescaito frito y otras delicateses. Para los faraones, un cartucho es, una figura rectangular, con las esquinas curbas y dentro ponian su nombre y otras escrituras relacionadas con ellos. Yo me quedo con la definición del cartucho pa el pescaito, lo otro para mi es una medalla, si me apuras mucho.
Damos un paseo por el mercado y el acoso de los vendedores es brutal, como ya veníamos curtido de otros mercados, ni cuenta y pa delante. No se dan cuenta, que si no acosaran tanto, los turistas nos pararíamos en los escaparates y quizás entrásemos, de esta forma, lo unico que consiguen es ahuyentar al pájaro. Con forme te vas adentrando, la presión disminuye. Al Jallili, es un gran zoco, con multitud de tiendas, con mil recovecos, que se vende de todo lo imaginable, mucho oro y plata. Donde te encuentras tiendas, tan minúsculas, que es obligatorio comprar desde la calle. En este mercado se encuentra el cafe Fishawi, lugar pintoresco, para tomar un te, en su puerta y observar el trasiego del lugar.
En la plaza que da entrada al zoco, es donde unos fundamentalistas, pusieron hace unos días un par de bombas y mataron a una turista francesa e hirieron a otros. Estuvimos un rato sentado en uno de sus bancos y habia una fuerte presencia policial, pero esta presencia es del todo ineficaz, ya que la desidia es la tónica en estos funcionarios. Precisamente, comente con mis compañeros, que las medidas de seguridad estaban relajadas, hasta el próximo atentado y así fue.
Nos recoge Mohamme y mi esposa le pregunta que donde podia comprar , esos botecitos de cristal para los perfúmense. Tenemos una pequeña colección de nuestros viajes, ya quedan menos, por que mi cuñada, les hace una limpieza, demasiado profunda. Pa que le pregunto eso, el hombre en su afán de complacer, pregunto a los paisanos por una fabrica de estos cristales y comenzamos a deambular por unas calles insospechadas para nosotros. Estaban a 30 metros del mercado, pero no se veían. El lugar lo recorrimos por que íbamos acompañado, de otra forma no lo hubiésemos hecho. Las calles, mejor los callejones, eran la parte trasera del mercado, no existía acerado, ni asfalto, era un camino de tierra sin nivelar, con las tuberías por encima del camino, sin iluminación, solo la del algunos artesanos que allí trabajaban, con algún que otro callejón sin salida y con muchos recovecos. Entramos por un estrecho callejon, pasamos una puerta, subimos unas escaleras, pasamos por varias tiendas, bajamos otras esaclera, dentro de otro edificio, que era otra tienda y al final, salimos al mismo lugar donde comenzábamos, la búsqueda del tesoro, para mí esposa. El mismo Mohamme, se habia perdido, como nos confeso. Alucinábamos, de los lugares que habíamos visitado, en un periodo de 15 minutos. Detalle curioso, nuestro guia, le preguntaba a sus paisanos sobre el recorrido y nos parecio, que los conocia a todos, desde hacia tiempo, pensabamos que eran amigos. Dude que en una ciudad de 18 millones de habitantes, pudiera ser tan casual que coincidiera, con al menos, 4 amigos. después nos explico, que este trato es el habitual entre ellos, todos se tratan como si se conocieran de siempre y todos intentan ayudar. Nos fuimos sin los tarritos de cristal, por que estaba cerrado, pero con una experiencia de cine.
Nos esperan los derviches. Muy cerca de este zoco, hay un lugar, antiguo mercado de caravanas y mercaderes, donde, dos dias a la semana, por patrocinio del ministerio de cultura egipcio, se da de forma gratuita un espectáculo, donde bailan un grupo de desvirches,
es de lo mejor que he visto en este tipo de danza espiritual, sabia de su existencia, por que en el pueblo de Almonaster de Huelva, se celebran unas interesantes, jornadas islámicas y en dos ocasiones han bailado, este tipo de ritual.
Hay que verlo. Se debe llegar temprano, por que se agotan los asientos. Dejan tirar fotos con flash, pero no gravar en video.
Despues de aquello, nos mereciamos una ducha y a momi.
La vista superior, esta tomada, desde la terraza de nuestra habitación, en el hotel Conrad. Podran apreciar, que a tres pasos del lujo, encuentras las miserias. Asi es El Cairo.
En la fotografia de los niños, observaran que solo juegan chavales. Es lo normal, las niñas no se mezclan con ellos en el juego. No se extrañen , que hasta hace poco, en España también era así y hay algunos colegios, que promueven este tipo de educación………………..
1 comentario:
machismo en pleno k envidia pedro k envidia fastuosidad elegancia en todo se esplendor. ATTE VERACRUZANA .
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