Hermandad del Rocio de Huelva. Camino de vuelta.

Comenzó el camino de vuelta. A las 10,15 de la mañana del Martes, salia Huelva de regreso.

Por la aldea, nos cruzábamos con las hermandades que buscaban el Ajoli.

En el 41, a la vuelta, solo había gitanas guapas, a las feas, las tiramos por el camino o se habían quedado
en el Rocio. Aun no lo se.

 Una lastima que tanta gafa, necesaria, nos impidiera ver las pupilas cristalinas o las ojeras de tanta fiesta.

Alguien se había quedado dormida, de aquella forma. 

Lola derrocho sonrisas y gracia, pero cante lo que se dice cante.

Voy a tener que aprender a tocar la guitarra.

Carmen estaba contenta pero inquieta, sus niños iban a caballo.

tremenda preocupación para una madre.

El carro de mi amigo Antonio Prieto, gano el 1º premio por su decoración

y yo lo premie con cientos de fotos. No tenia mas remedio, era el que llevábamos detrás.

Cruzando el charco que tanto le gusta a algunos rocieros. No me veas lo mal que huele la charca

Nuestro carrero Diego, hizo que sus mulos dieran muestras sobradas de fuerza y de buena doma.

Punto fotográfico por antonomasia, este de la cuesta de los pinos o del sendero. Aun no me he enterado.

Esta estampa del polvo, es muy valorada en los concursos fotográficos al uso.

Yo me quede de polvito un poco harto, todo el tiempo, limpiando el objetivo y cuando me duche, solté lo que no estaba en los escritos.

Los caballistas reciben suministros del carro, no importa que no sea el tuyo, si lo piden con cortesía, todos son atendidos.

 El Manue, ambiento por palmas. Lo lleva en la sangre.

tras los   volantes grises de polvo, la estampa mas rociera.

Camino, polvo, caballo, jinete y cervecita.

Calima y camino

 A estos tres fugitivos, perdón,  peregrinos, los tuvimos que rescatar de las arenas.
 La caravana llevaba un ritmo, que andando era imposible.

No sabes lo que ocurrió, cuando se encontraron con las respectivas.

¿ Alguien lo sabe?

Una para en el camino, para reponer fuerzas, reponer fluidos en ambos sentidos y estirar las patitas.

Momentos agradables, después de comer, un poquito de cante.

Este año, el cante escaseo, sera por que gobierna el Rajoy, que nos esta decepcionando

estampa rociera 

Cuando nos acercamos a la Matilla, para hacer noche. Los jinetes comienzan a reagruparse cerca del carro

En los carros de vuelta se habla de toooooooo. primero las mujeres hablaron de partos, después de dietas adelgazan tes y para completarla, se hincharon de gomistas y chucherías.

Tu me dirás si las féminas, no son complicadas

Llegamos a la Matilla. Se acabo mi breve camino de vuelta.

Mi agradecimiento a la peña, por dejarme compartir ese ratito de paz

El año próximo DM, realizo la vuelta a caballo, no creo que me duela mas el pompi, que con el silloncito del carrito.


Mi Espe se ha -empeñao- en que a mi me guste el Rocio a su manera y no me canso de decirle que cada uno tenemos el nuestro.

El mio no necesita de caminos, ni caballos, ni trajes, ni flores, ni caireles.

El mio puede ser tan simple como llegar en la camioneta de Damas.

Pero no me quites La entrada de las hermandades pequeñas con solo tres promesas agarradas a su simpecado o la entrada de tres hermandades a la vez, arropándose con sus cantes por sevillanas o isas canarias.

No me pierdo como suben los bueyes, el atrio de la iglesia de Villamanrique, para rendir pleitesia al simpecado mas antiguo.

No me pierdo la presentación de algunas hermandades, no me pierdo las surrealistas imágenes que produce, los simpecados camino del rosario, alumbrados por antorchas y bengalas de colores.

No me pierdo la misa de tamboriles, cuando la primera vez, entraron 100 tamborileros en la ermita, al mismo toque.

No me pierdo a la Señora, paseando su gracia por las arenas de la aldea.

Me gusta visitarla el miércoles, cuando el Rocio se queda solo. Recién limpita la iglesia, con los portalones cerrados, a media luz, mirarla y

agradecer.