BODEGONES DE VUELTA

llega el carro a bodegones, despues del incidente

el tamborilero, emite los sones oportunes al momento

llega el Simpecado, arropado de peregrinos de fe sincera

han hecho el camino de ida y este de vuelta, es diferente, ya estuvieron con Ella

palmas y vitores, de gente cansada y polvorienta

atender al ganao lo primero

despues de quitar arreos, agua para los mulos

este tio, llego fresco como una rosa, lo que aguanta

pepito disfrutando sus ultimos minutos a caballo

Yolanda porta a Lucia, que dormia por el camino, las campanillas de los mulos, te relajan

los carreros de mi carro, gente buena e incansables.

callendo la noche entraban en Bodegones de vuelta

las amazonas, sobre el fondo azul de Huelva

Rocio Molina, rociera de pro. Fue hermana mayor de esta hermandad de Huelva

se espabilo Lucia y portada por su padre Angel, dio los vivas oportunos a nuestro simpecado al terminar la Salve. lo lleva en la sangre.

Yolanda, Macu y Manolo, foto tipica delante del Simpecado Fotografiarse en esta pos, es sintoma del orgullo que se siente por nuestra carreta de plata.

a las 12 de la noche, se canto la Salve de Huelva. Que bonita que es. Despues para casita, ya cumpli mi mision.

La parte del camino que mas me gusta, fue siempre la vuelta del primer día, desde El Roció a Bodegones. La comitiva es menos numerosa y se siente todo como más autentico. Han desaparecido la mayoría de los que sobraban, que nunca debieran haber caminado con la Hermandad. Cuando el Simpecado entra a su lugar, le acompañan aun muchos peregrinos, vienen llenos de ese polvo del camino, que hasta comento el Papa polaco. Los mulos que arrastran a los carros, ya están mas mansos, han trabajado duro en las arenas y se han acostumbrado al entorno. Cada año hay más problemas con estos animales. Es lógico y lo digo por observación, ya que donde vivo, estoy rodeado de ellos. No se puede tener a los animales, todo el año, en un cercado, comiendo y no haciendo ningún ejercicio. Y pretender que después trabajen duro por las arenas. Estos animales ya solo se mantienen para este fin, ya no suele trabajar en la labranza y lógicamente pierden sus cualidades. Esta noche ocurrió un pequeño incidente, no fue a mas por que la Señora vela por todos nosotros. Estábamos cenando en la puerta de nuestro tinglao, cuando aparecen dos peazos de mulo, corriendo hacia nosotros. Rápidamente intervinieron los que sabían del tema y pararon a los animales, que corrían en espantada. El motivo de la carrera, era que le habían dado una coz a su cuidador, cuando lo llevaba para beber. Suerte que solo fue de refilón y el hombre solo cesecito un pequeño aposito. Pero si lo coge bien, el daño hubiese sido atroz. Esto que ocurrió y otro que me tiro una cabeza, cuando ayudaba a desmontarlos. Me parece que yo el único caballo que tendré en mi vida, ya lo tuve y fue uno de cartón, que me echaron mis padres, para una fiesta de la Cinta, cuando se hacia en la Merced. Vivía por entonces en la calle Los Herreros y las ruedas del juguete solo duraron, de la Merced a mi calle. Ese fue y será mi caballo.