De nuestro viaje a Marruecos, se me quedo grabada esta imagen. Intente mostrar su rostro, pero fue imposible, el no quería. Al llegar la primera vez a esta celebre plaza, después de perder mi vista en los humos de los puestos y en la multitud deambularte, casi al principio a las puertas de una mezquita, en aquel oscuro y suelo, un diminuto vendedor de no se que, se presentaba a mis pies. Como la iluminación era muy escasa, no apreciaba lo que vendía. Nos paramos y observe que no tendría más de 5 años. Delante de el, una caja de cartón, con unas tortitas del tamaño de una galleta. Su cara era triste. Le di la cámara a mi esposa, para que nos tirara una instantánea, mientras yo le compraba. Cuando tome una de esas tortas , el me miraba con cara asustada, era lógico, mi tamaño junto al suyo, era desmesurado. Me agache, a pesar del dolor de mi rodilla, y le di una moneda de 5 dirjan, el seguía mirándome como asustado, le indique que nos tiraban una foto y puso su pequeña manita a modo de pantalla entre su cara y el objetivo y se giro. Nos marchamos y anduvimos por la plaza, cuando salíamos de ella, una hora mas tarde. Lo vimos, haciéndole caricias y arrumacos a un niño de pecho, que portaba una mujer en cuclillas, que también vendía el mismo producto. El crió, realizaba gestos de amor, seguramente a su hermano, que en un futuro seguiría la misma suerte que el. Ser el niño triste de la plaza Djemaa el-Fna
4 comentarios:
Qué pena! y los de quí cazando moscas!
Saludos
Ay Pedrito, que tristeza, de verdad. Siempre me gusta ver a los niños de los lugares a donde voy, y déjame decirte -aunque tu bien lo sabes- que se nota en los países menos desarrollados el trabajo y a veces la explotación a la que son sometidos estos pequeños. Como dices, al más pequeño seguro le espera un futuro igual o más difícil que al mayorcito.
Que tristeza, de verdad, el corazón de pollo que tengo se ha encogido.
UN beso
No puedo soportar la tristeza en un niño... y sé que esa tristeza no es por la pobreza... he estado en paises muy pobres y con lo poco que tenían siempre había una sonrisa en sus caras...cuando un niño, esta triste... hay algo más.
Yo, que soy madre de una niña de 6 años... sé que cuando un niño está triste, es por algo más...
Un abrazote
Espléndida estampa-denuncia.
Y mientras, la monarquía alauita viviendo como reyes...
Publicar un comentario