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26 enero, 2010

DISNEYLAND PARIS. SE CUMPLIO EL SUEÑO





solo por esta sonrisa de mi Espe, merecio la pena, visitar Disneyland Paris


                                                                                                                          como una chiquilla con zapatitos nuevos. fue nuestro primer encuentro con la nieve y El Cuento se hizo realidad.             



estos dos personajes, nos dieron la bienvenida al parque de la fantasia.






desde un tren, divisamos los paisajes que alguien imagino, no se si tuvo la capacidad de imaginarlos nevado, pero ocurrio y la magia blanca exploto por doquier.






las caras infantiles, mostraban cuanta ternura puede haber en este mundo y cuanta inocensia.
ojala no la pierdan nunca, para ello, los que ya peinamos canas, tenemos la obligacion de alimentar la llama de la ilusion.




desde ese tren de la FANTASIA, seguiamos divisando tantos paisajes de cine, que no supimos si era realidad cuanto veimamos.


con tanto frio exterior, era necesario reponer fuerzas y calorias


                               

                                                     la sopa era un plato obligado, para entrar en calor                                                                   


los postres eran como el lugar, llenos de color e imaginacion


la iluminacion, aun dio mas color a cueanto nos rodeaba


        Entre  los momentos mas gratificantes que esta vida me ha dado, ha sido ver la inmensa sonrisa de felicidad, ilusión, alegría y gratitud, que me regalo mi Espe, cuando entrando en el parque Disneyland Paris.  Tomo entre sus manos un gran puñado de nieve y su rostro se ilumino. Cada vez que veo esa foto, la llamo por teléfono y le digo que la quiero.
     Estábamos a eso de la 8 de la mañana, esperando en la agencia que nos llevaría hacia el parque, cuando de repente, comenzó a nevar sobre Paris. Bueno aquello ya fue lo más de lo mas, como dirían los pijos. Dos catetos de Huelva, que no habíamos visto la nieve, mas que en el congelador y que nos marcharíamos en unos minutos a cumplir uno de los mayores deseo de mi esposa.
    En el autocar, nuestros ojos eran dos inmensos platos.
   Paris nevado. Cruzando el sena, visionábamos uno de esos oleos que algunos privilegiados tienen la oportunidad de captar. 
      Por fin llegamos al destino, jo que frió. El autocar nos deja como a 15 minutos andando a buen ritmo de la entrada, con la promesa de recogernos a las 7. 
     Nunca pensé  que en un día dan intempestivo como aquel, tanta gente visitaran el parque, el rió humano cada vez se ensanchaba conforme nos acercábamos a la entrada. 

     Nada más pasar el control. Chassssssssssssss. Hay estaba, el castillo multicolor de la Cenicienta.
Con un puente que debíamos cruzar, llenito de nieve por doquier, con los patos que se deslizaban  con su panza por el lago helado y con la visión y la certeza que en este momento entraríamos en otro mundo, que mil veces vimos en le cine y que nunca soñábamos  poder pisar. 
 Pues si, lo pisamos, lo anduvimos, me monte en todo lo que  no  era peligros y si calentito, disfrute como un chiquillo en aquellos vagones que atravesaron un país de piratas, temblé de frió y emoción, mientras un  antiguo tren del oeste, atravesaba paisajes idílicos. Comí en un restaurante de época con inmejorable servicio, como es costumbre en el país. Y por encima de todo. Contemple todo el tiempo que me fue posible, la cara de felicidad de mi amada. Por que a ella, le debía este viaje.
     Aunque te creas el hombre mas serio del mundo, aunque tus hijos ya te dejaron para vivir su vida, no te creas nunca mayor, para disfrutar de este parque. Mi consejo es que junto al ser querido que te acompaña en tu caminar, ve, entra, sueña y si es necesario llorar, llora. 
   Un beso a todos.



10 comentarios:

Esteban dijo...

Que bonita las fotos!!!

S. dijo...

Yo quiero irrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr quiero ver a la sirenitaaaaaaaaaaaaaaaaa

joseAntonio Bejarano dijo...

Sois como niños...

Anónimo dijo...

Me da que en verano tiene que disfrutarse un poco más, jejej

Un besote

Cris dijo...

Disneyland es que es lo mejor... yo he estado ya dos veces ( una sin niña ) y es que volvería 2000 más, es mágico! Me ha encantado la cara de tu señora y tu reacción cuando ves su foto, precioso!
Un besote

felix dijo...

Pedro...

Me has terminado de cautivar con esta entrada. En primer lugar, y lo más importante, me alegro mucho por la felicidad de tu amada Espe. Ver la sonrisa de la persona a la que quieres es lo más feliz que puede sentir una persona. Y esas palabras hacia Espe denotan en tí que eres una persona con mucho amor hacia ella y lleno de sentimiento. ¿las fotos? preciosas como siempre, pero estas en particular son mágicas.

Enhorabuena por este post, Valentino.

:::::: dijo...

Cielito me llena de alegría y me emociona sobremanera leerte tan amoroso y entregado a tu Espe.

La verdad es que me parece que has publicado una entrada llena de sensibilidad, con un buen mensaje que nos lleva a replantearnos que no debemos dejar de disfrutar de las cosas sencillas, fantasiosas e inocentes de la vida.

Tus frases amorosas inspiradas por la radiante sonrisa de Espe valen oro.

Miles de mimos para ti, cielo!!!

Laura.M dijo...

Me gusta ver la cara de felicidad de Espe y leer la entrada,no me extraña que te emocione...
Felicidades a los dos por estar juntos,disfrutando como lo haceis y tambien nosotros con lo que nos cuentas.
Un beso para los dos.

Anabel Rodríguez dijo...

Unas fotos preciosas. Me alegra que lo hayáis pasado tan bien. Fíjate, ni se nota que la envidia me corroe.
Saludos

PEDROHUELVA dijo...

Gracias Esteban-
La verdad S. no estaba el agua para la sirenita, era un tempano de hielo.
Amigo J. Antonio, la verdad que sentirse niño, es sumamente gratificante.
Alex, a lo mejor en verano es demasiado caluroso Nunca estamos a gusto con lo que nos toca.
Cris, avísame cuando vuelvas, que me apunto esas 2000 veces, mas.
Amigos Felix, Tani y Laura, se nota en ustedes que son personas buenas, es un placer para mí, tenerles como amigos, en esta aventura llena de electrones, espero que algún día, sea mas real.
Anabel, que la envidia no es sana mujer.
Un beso a todos, ya sabéis, que no tengo inconvenientes, en repartir a cuantos estáis por aca.