LA RABIDA y sus monumentos

Monasterio de La Rabida. cuentan los cronistas, que del  edifico original, queda mas bien poco, ya que fue destruido en varias ocasiones, por terremotos , etc.

 Monumento real a Cristobal Colombo, (Lo de Colombo, es un pequeño guiño a mi buscado amigo Pietro de Genoba). Lo de real, es por que el monumento  en la Punta del Sebo, no es Colon, si no, un fraile franciscano, abrazando una cruz.

  La diputacion de Huelva, debe ser la garante del bien decoro, de nuestros monumentos colombinos, situados en La Rabida. Almenos ha si lo pregonan en su carteleria no acorde con el lugar. Este es un minimo ejemplo de este esmero, por sus sueldos.


  Amen, lo de amen, no es por lo anterior, aun que bien pudiera, es por este crucificado del XV, que preside el altar del convento franciascano.

Mi Espe, me acompaño, como esta mandado por estos parajes, donde discurrienron, muchos años de mi epoca de estudiante.
como verán compite con las flores o ellas con ella.

desde las marismas rabideñas, donde los pescadores de chirlas, tiempos ha descargaban cientos de kilos, donde los cangrejos y barriletes, eran dueños de esos lodos. desde hay mismito, tire la foto.
para los foráneos, un monumento a la Fe descubridora, que los yankis, donaron a Huelva.
Busca en la Wikipedia, que el articulo es meritorio.

nunca imagine que La Rabida, tuviera tanto tirón turístico,
pero lo cierto que hoy al menos, había muchísimo forastero, en el paraje. Ciertamente, que ya hay contenido cultural, para pasar la
mañana dominguera.
replica de las tres carabelas, que partieron para el Nuevo Mundo.

centrado con el muelle , donde antes existia un enlace marino con la Punta del Sebo, se encuentra este icaro, conmemorando el vuelo del Plus Ultra.
cuenta la anecdota que al visitar Franco ( tito Paco, para los conteporaneos, yo mismamente).
encontro que el nombre de su hermano Ramon Franco, participe de la gesta voladora, habia sido borrado del listado de los pilotos. sabido era la enemista entre ellos. A un asi, pidio que restituyeran su nombre, por que era justicia hacerlo.
¡ ole, por el tito Paco¡

y ya cansado del paseito y siendo la hora propicia, mi Espe y yo, nos marchamos hasta la hostería , donde una saboria y mal educada camarera, nos sirvió dos peazo de Martinis, con aceitunitas, que nos puso los jugos a tono, para el condumio venidero, que seria , en el Club Nautico de Huelva.
¡ Tu tienes barco, ni na¡
 pues yo tampoco, pero me dejan entrar.