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26 abril, 2012

Entre conventos y ruinas. Antigua, Guatemala


Por fin descubrí, que los ángeles no tienen sexo.

Paseando por el interior de las ruinas del convento de La Merced.
 Vicheando como es costumbre,
me cole en las prohibidas estancias, solo permitidas a los cofrades que andaban de preparativos para su salida procesional.
 En una de esas inmensas y vacías salas, que otrora, eran recorridas por las almidonadas faldas de las monjas, en un rincon,
dos ángeles esperaban tapar su pudor.


En otra de las salas, con una celestial luz, para los fotógrafos. ¿ Oh era para las figuras?.
Bueno, lo cierto que la luz estaba y las figuras también.
Ellas esperaban su colocación en los inmensos tronos, que saldrían esa tarde de Jueves Santo, por las empedradas calles.



El patio central del ex convento de Nuestra Señora de la Merced, es dominado por una gigantesca fuente.

Solo nos faltaron en nuestro recorrido interior, el sonido de los cantos de las monjas, por que el de los pájaros ya lo teníamos.




Mascara usada en determinadas fiestas.

La Ciudad de Antigua, fue fundada por aquellos españoles colonizadores o conquistadores, depende de las miras.

Lo cierto que oro buscaban, sin mucha fortuna.

Esta mascara representa a esos conquistares, otras representa a los indígenas.



 Colección de mascaras, para elegir.



La ciudad de Antigua, esta llena de hoteles y restaurantes. Es un lugar visitado los fines de semana, por los guatemaltecos
con posibles. Criollos, que le dicen.

En  La Posada de Don Rodrigo, justo en el  centro.

Su patio interior, es amenizado al medio dio, por este grupo de marimbas, con un sonido repetitivo y característico caribeño.

Las marimbas originales se hacían con calabazas vacías. Arriba de los músicos hay una.

Esta Posada, tiene una terraza superior, con unas espectaculares vistas del volcán y donde sirven una rica limonada con agua o soda.

La limonada la hacen con lima, que rica.


 Antigua, esta considerada patrimonio de la humanidad, precisamente por mantener su estilo colonial.

Esta ciudad fue varias veces derruidas por fuertes terremotos, y abandonada.

 A mediados del siglo XX, se reconstruyo conservando su estilo arquitectónico.

Hoy el precio de una vivienda, incluso derruida, es prohibitivo. Gran numero de extranjeros, mayoritariamente  americanos, se han acomodado en el lugar

y son propietarios del mayor numero de  negocios.

Lastima, por que aunque el Quezal, se la moneda oficial, el dolar gringo, impera y el precio también.



Una de las características mas peculiares de la Semana Santa antigueña, son sus alfombras, construidas las mas de las  veces
en aserrín de colores. Otras son de vegetales.

En esta tarde del Jueves santo, ya se veían algunas alfombras tapizando, el recorrido de los pasos.

 La madrugada del Viernes Santo, toda la ciudad estaba en la calle, algunos paseando y viendo y sus habitantes, construyendo efímeras alfombras
llenas de arte.

 En la próxima entrega, mostraremos algunos trabajos.

 Si lo deseas claro.

2 comentarios:

Laura. M dijo...

Vayaaaa...nos has descubierto un secreto hasta ahora bien guardado:)
Las fotos muy buenas sobre todo el patio la perspectiva que le has dado a esa calle de lejanía.
Las alfonbfra se parecen a las que vimos en El Puerto de Stª María allí son de sal teñida.
Esperando las próximas.
Un beso

joseAntonio Bejarano dijo...

Bueno, imagino que te habrás traído la receta de la limonada.
Nada mal estaría un pase de fotos, con música de marimbas de fondo (no debes tener mucho problema) y explicándonos el viaje.
Y mucha limonada (¿¿¿no has traido roncito???