Por la ruta romántica de Baviera

Por lisas y casi perfecta carreteras nacionales, atravesábamos La Selva Negra.
Aseguro que aquella tupida masa de arboleda, imponía. La oscuridad en su interior era total.

atardeciendo, llegamos a una ciudad que nos pareció solitaria y magica, el silencio era casi total
la ausencia de trafico, permitía ver, la limpieza inmaculada de sus adoquines.

El ambiente era como de un color ocre cálido.
Habíamos llegado a la antigua Ratisbona.
Ratisbona

Las tiendas, aunque ya cerradas, mostrabas esplendidos escaparates, llenos de coloridas teteras.
pasamos por otros colmados de suculentos dulces y bombones,
al llegar a ellos, mi Espe tiraba de mi cual si yo fuera un pequeeñajo goloso.

frente a la catedral, se encuentran cervecerías con solera y un magnifico restaurante.
en el sosiego de esa plaza, que vemos en la segunda foto, nos relajamos con un buen
Martini   y disfrutamos de las velas, que dieron ese cálido color ocre, que nos cautivo.
anduvimos por la zona central y en  cada rincón, nos maravillabamos de la pulcritud y cuidado
. Del silencio, a pesar de que todas las terrazas tenían publico local y turista.
Creo que la norma de esta ciudad, es cuidar los sentidos.
Gracias gentes de Ratisbona.

Después de un sueño casi reparador, por que aunque los colchones y almohadas, eran magníficos
como mi cama ninguna.

Se hizo de mañana y la ciudad cambio, del ocre nocturno, al  colorido de  las fachadas
 estas mostraban toda la gama de colores y nos sentimos en una capital medieval, recién construida.

Como siempre hacemos, nos alejamos un poco de la zona turística y descubrimos los rincones
que usan los locales. Suerte tienen estos habitantes, por que a cada paso, había un pequeño jardín
 o una plazoleta arbolada. Todos los edificios, aun siendo antiguos, presentaban un esmerado cuido.

 Cuanto me acorde  con pena de mi Huelva y su casco histórico, me refiero al de Godovy, el único que nos queda.

 Nota. El Godoby, era un antiguo refresco, de naranja y limón, riquísimo, que se fabricaba en Huelva

tengo manía con las ventanas, donde voy las capto.
tendrá relacion, con mi espíritu de esca-pista viajero.
esta pertenece a una  de esas viviendas de los locales, comprobaran su antigüedad, por el enrejado y la sillería de roca.

para sujetar las contraventanas.

San Sebastian mártir, es patrón de Huelva y creo que lo he visto en todas las ciudades que
he visitado

Una de las iglesias de Ratisnona, parecía autentico merengue y oro.
lastima que solo se podía fotografiar, tras una labrada reja.

Como los romanos, anduvieron posesos de poseer medio mundo
aquí dejaron también sus huellas.

Siempre me he preguntado, como una ciudad llamada Roma, podía emprender tantas conquistas.
Posiblemente, por que estaban mejor organizados que el resto de las regiones poblada.

Pues eso mismo he contactado en este viaje, Alemania, nos lleva como 15 años de adelanto.

se puede progresar y mantener las formas bellas
aquí esta la prueba

    Despues de Munich, dormimos en Ausburgo, que ni fu ni fa, pero al llegar a Regemburs o Ratisbona, nuestras expectativas del viaje aumentaron sobremanera. Nos encontramos una ciudad especialmente preparada, para un turismo culto, el silencio y la pulcritud, nos cautivo.


  sera motivo para volver. entretanto seguiremos circulando, hasta la próxima ciudad Nurember.